domingo, 3 de octubre de 2010

EL APALANCAMIENTO FINANCIERO Y SU EFECTO EN LA RENTABILIDAD DE LA EMPRESA



AUTOR: DENNIS BUSTILLOS



La teoría de la gestión financiera de la empresa esta orientada a desarrollar criterios operativos que sirvan de pauta para la toma de decisiones racionales en las dos grandes áreas en que estas interactúan: selección de las inversiones y la estructura de los recursos necesarios para su financiamiento.

El apalancamiento financiero es el efecto producido en la rentabilidad de la empresa por el empleo de deuda en su estructura financiera. En este punto es importante precisar qué se entiende por rentabilidad para poder comprender si ese efecto es positivo o negativo, y en qué circunstancias.

La rentabilidad no es sinónimo de resultado contable, sino de resultado en relación con la inversión, calculado a través de los ratios del ROE y el ROA .

Es importante indicar que el incremento en la rentabilidad se produce porque el aumento en el nivel de endeudamiento presupone que no perjudicará a la rentabilidad de los activos, es decir, estos nuevos fondos deberán ser empleados si y solo si en nuevos proyectos que proporcionen una rentabilidad que asegure la creación de valor en la empresa.

¿Entonces, dónde está el límite en la cantidad de deuda que una empresa puede asumir? la respuesta dependerá, de la capacidad del equipo ejecutivo para gestionar el endeudamiento conjugando acertadamente la relación rentabilidad-riesgo y la diversificación sistemática del riesgo, para que las decisiones que se tomen no sólo mejoren la rentabilidad, sino que además sean sostenibles y que tengan buena proyección hacia el futuro.

El uso apropiado del endeudamiento es una vía para conseguir mejorar la rentabilidad de los recursos propios de la empresa y en consecuencia, generar valor para los propietarios. Como en otras actividades, lo importante radica en gestionar con acierto la cantidad de deuda asumida, para lo que es esencial mantener una actitud dinámica que se base en el conocimiento de la empresa y las perspectivas de su evolución futura.

Para lograr esta adecuada gestión todo el equipo ejecutivo debe analizar y tomar decisiones sobre aspectos tales como: costo real de la deuda, naturaleza del tipo de interés (fijo o variable), naturaleza del endeudamiento (moneda nacional o extranjera), nivel de garantías, actitud ante el riesgo y tener muy clara la diferencia que existe entre la especulación y la gestión científica empresarial.

Los esquemas de financiamiento en nuestro país persiguen el objetivo de mejorar la situación de una deuda ya contraída, esto en términos sencillos es el cambio de una deuda antigua por una nueva, bajo “mejores” condiciones. En este escenario tienen mucho que ver las emisiones de bonos corporativos, que por sus condiciones de interés y plazo se las ve como el único sustituto de una deuda bancaria ya contraída.

Las mencionadas estrategias apremian al flujo de caja operativo y de inversiones de la empresa, condicionando el pago de los cupones al éxito de maniobras posteriores que recorren una senda muy estrecha y que fácilmente se convertirían en hechos generadores de incumplimiento para los inversionistas que confiaron en la empresa emisora, en estos casos el apalancamiento financiero tendrá efectos inversamente proporcionales con la rentabilidad.

Existen muchos mecanismos y estrategias para optimizar inversiones y financiamiento pero una de ellas no es la de salir de un hueco grande a otro también grande pero mas cómodo; esas decisiones de financiamiento no generan valor para la empresa, originan títulos especulativos, riesgosos, sin movimiento en el mercado bursátil y conllevan una alta carga de potencial incumplimiento.

El apalancamiento financiero es una poderosa herramienta de diagnóstico y de medición del riesgo empresarial, usada adecuadamente sirve para encontrar un óptimo financiero y un óptimo operativo que en conjunto ayudarán al crecimiento global de la empresa.















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